Sebi a los seis en la Bombonera
Dicen que no hay casualidades. Que todo pasa por algo y que algunas personas pasan por nuestras vidas para dejarnos momentos de felicidad y luego las perdemos un poco de vista.
Algo de eso debe haber pasado cuando Blamy, mi esposa, conoció a Mario, en un taller de liderazgo.
Algunos días después me lo presentó , tanto a él como a su encantadora esposa Sulmi.
Elllos venían de pasar una tragedia muy fuerte pues perdieron a su hijo en un accidente y desde un principio simpatizamos mucho con ambos.
En el Faro de Miraflores, en cuyo parque jugábamos penales casi todos los fines de semana (y el los ganaba casi todos)
Y cuando Blamy me lo presentó, sabiendo mi pasión futbolera, me comentó que Mario era editor de deportes en el diario El Comercio.
Era el año 2005 y tanto Blamy como yo le comentamos a nuestros nuevos amigos respecto a los grandes conocimientos de fútbol que poseía nuestro pequeño Sebastián, quien contaba en ese tiempo con sólo cinco añitos.
Con Luis Bonnet, símbolo de Cristal
No se bien dónde nació esa afición futbolera. Quizás de mis genes, o posiblemente tuvo sus orígenes en el mundial de Francia 98 cuando Blamy, a quien no le entusiasma para nada el deporte rey, de pura casualidad se puso a ver un partido del mundial, teniendo cinco meses de embarazo y en el que Paraguay cayó estoicamente ante Francia, a la postre campeón mundial del torneo.
Por sus seis años le hicimos una invitación de cumpleaños futbolera
Blamy se identificó con los guerreros guaranies y derramó algunas lágrimas al ver como caían súbitamente y cómo su capitán Chilavert levantaba como guerreros a sus compañeros caidos en la batalla. Es muy probable que Sebastián en la barriguita sintiese lo que estaba pasando.
Posiblemente en la heroica gesta paraguaya del mundial de Francia 98 se encuentran las raices futboleras de Sebastián
O de repente se originó cuando teniendo tres añitos se despertaba habitualmente conmigo, de madrugada, para ver los partidos del mundial Corea-Japón 2002.
Gozándosela en la Bombonera
Era impresionante la manera como había logrado acumular en su buena memoria información de cada campeonato lo que lo hacía un caso especial dada su corta edad.
En la Bombonera
A pesar de mi inexistente influencia en el tema (y que más de uno ha puesto en duda) Sebastián desde muy chiquito simpatizó con el Sporting Cristal (como yo) y se hizo hincha del equipo celeste, así como del Barcelona, en el que deslumbraba Ronaldinho en aquellos años.
De visita en el club de sus amores (perdón, nuestros)
Ya había además acudido a algunos partidos en el Estadio Nacional, principalmente del Sporting Cristal, que era dirigido en ese entonces por Paulo Autori.
Con Flavio Maestri en La Florida
Con todo ese bagaje de conocimientos y su corta experiencia futbolera, le contamos a nuestro amigo Mario lo inusual del caso y el, interesado en el tema ofreció coordinar con una reportera para que conversara con él y le pudieran publicar una nota pequeña en El Comercio.
Cuando coordiné con Giovanna, la reportera, respecto a la entrevista le expliqué los temas que Sebastián dominaba y cómo desde muy pequeño se le había despertado la afición por el fútbol, volviéndose en un incondicional mío en cuanto partido se presentase, ya sea en la tribuna o en el sofá.
Nos pusimos de acuerdo y fue Giovanna a casa con la respectiva fotógrafa.
En la Videna con Ñol Solano
Sebastián emocionado, le contó todo lo que sabía de las diferentes ligas y sacó del cajón cada una de las camisetas que coleccionaba y entre las que destacaba la de su equipo obviamente y las de Barcelona (que fue la que tenía puesta en la entrevista) y de la selección brasilera.
Con el Chorri
La periodista simpatizó rápidamente con el pequeño intelectual que tenía al frente.
Estuvieron en nuestra casa por casi una hora y al irse, satisfecha con lo que había visto en Sebi quedó conmigo en comunicarse para decirnos cuándo saldría publicada la nota.
Cuando conversé con Mario unos días después, me dijo lo impresionada que se había quedado Giovanna con nuestro hijo y que pensaban además darle más espacio que el que tenían inicialmente pensado, lo cual nos alegró bastante.
Sin embargo, cuando más adelante Mario me llamó y me dijo que estaban pensando darle una página a la nota me quedé más que sorprendido. Una página en El Comercio, guau!!! Qué honor!!
Y para aumentar más nuestra sorpresa, pocos días antes de la publicación nuestro amigo nos cuenta que la entrevista iba a ser considerada en la sección deportiva Deporte Total en la doble página central. Para no creerlo!
Conforme pasaron los días y las horas nuestra ansiedad fue en aumento pues esperábamos ver la nota de nuestro hijito publicada en el diario más importante del país.
Y llegó el día : 10 de abril del 2004. Un día antes la misma Giovanna nos comunicó que al día siguiente salía el articulo y esa mañana me desperté a las seis de la mañana esperando que llegase el diario a mi puerta.
Y cuando llegó lo abrí con una emoción y expectativa similar a la que tuve cuando fui a ver mi resultado de examen de ingreso en la Universidad Católica. Sin exagerar!!
Y lo comprobé : había salido la doble página central. Impresionante!! Inolvidable!!.
Obviamente se lo comunicamos a todos nuestros familiares y amigos, además de muchos que se enteraron al leer el diario y llamaron para felicitarnos.
Sebastián por su parte vio la publicación con satisfacción y alegría pero quizás sin comprender, por su corta edad, la trascendencia que este reportaje tenía.
Con el correr de los meses la pasión futbolera se incrementó y volvió a tener presencia nuevamente en El Comercio en un artículo más pequeño y luego en la revista El Gráfico Perú (con una nota corta) y una entrevista radial con mi amigo Gustavo Barnechea.
En la final de la Copa América 2004 apostando a ganador
Con el correr de los años fue y ha sido asiduo acompañante mío a muchos partidos de fútbol y dentro de los encuentros importantes que vio conmigo figuraron varios de las eliminatorias para los últimos dos procesos de la selección, diversos partidos de Cristal por el campeonato local y la Copa Libertadores (como aquel 3-2 con el que caimos ante Boca), la final de la Copa América en el mismo año 2004, e incluso una semifinal de Copa Libertadores en el mismísimo estadio Monumental de Buenos Aires, en la que cayó ante Sao Paulo.
Su debut en canchas internacionales : en la de River Plate viendo una semifinal de la Libertadores
Su colección de camisetas creció tanto que el cajón en el que las guardaba se quedó chico y se llenó de libros de los mundiales que leía con mucha frecuencia y de colección de videos del mismo tema que veía una y otra vez.
Un día de pronto la fiebre comenzó a bajar, de repente ya no veía los partidos completos, o dejaron de interesarle tanto las camisetas, como los fixtures internacionales.
Me invento que quizás contribuyó un poco el alicaído desempeño de nuestra selección y nuestros equipos en torneos internacionales, los cuales desmoralizan a cualquiera.
Pero también tiene mucho que ver el que el pequeño sabelotodo creciera y fuera sustituyendo sus gustos para adoptar el que tiene actualmente por los videojuegos (Nintendo, para ser más preciso) y otros juegos de computadora.
Hoy en día, con el doble de edad, Sebastián ya no se sabe de memoria todos los resultados, ni soporta ver un partido completo por la tele.
Y he sabido aceptar que así es la vida y que el tiene todo el derecho del mundo de elegir lo que más le guste, así prefiera una sesión de Wii a ir al estadio conmigo.
Sin embargo comenta aun conmigo algunos resultados y los torneos más importantes como la Champions League, la Copa Libertadores y las eliminatorias mundialistas.
Y eso sí, no deja de ver cada día su suplemento Deporte Total, camino al colegio, resumiéndome mientras manejo las noticias futbolísticas más importantes, como si se tratara además de una complicidad existente entre mi pequeño y el diario deportivo, donde un día se vio como principal protagonista.
Algo de esa pasión le queda impregnada y quizás por eso, ya está decidido por mutuo acuerdo que en el 2014, Dios Mediante, iremos juntos al mundial de Brasil.
De repente ahí recupera un poco de esa pasión futbolera que una noche de abril enamoró a la redactora deportiva del decano de los diarios; y que generó un recuerdo imperecedero que nos llenó de alegría el corazón a todos los que lo amamos; y que no tengo duda, algún día, el todavía pequeño Sebastián, mostrará con orgullo a sus hijos y sus nietos.
Hola Alex! Muy linda tu nota. Toda una celebridad fue mi querido Sebi en sus primeros añitos.
ResponderEliminarSin lugar a dudas, algo que siempre guardaré muy dentro es el haber sido partícipe de su primera visita al Estadio Nacional y compartir con él esa especial experiencia.
Un fuerte abrazo.
LUCHO
que liiindo tu post!!!
ResponderEliminarme encantoooo tu hijo lo maximo, y todo un fan futbolistico me encantaa!!!
todo liindo, se siente el amor por tu hijo, tu orgullo y todo todo geniaaaal Alex!!
besosssss
Gracias Lucho. Toda una celebridad fue y es mi querido Sebi. Pero esa entrevista fue motivo de una enorme alegría para todos.
ResponderEliminarGracias Jime. A que mis hijos son lo máximo, no?. Soy realmente afortunado de tenerlos. Un beso
ResponderEliminarChévere tu post sobre el pequeño sabelotodo, pero, lástima por él, creo que el papá vió mejores futbolistas.
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